¿Cómo podría yo alguna vez acusar a mi Padre celestial de deleitarse menos en mí de lo que yo me deleito en mi propios hijos? A veces mis hijos me han fallado, haciendo cosas contrarias a las que les he enseñado. Pero ni una sola vez he dejado de amarlos o de deleitarme en ellos. Así que, si yo poseo esa clase de amor que permanece y soy una madre imperfecta, ¿cuánto más nuestro Padre celestial nos ama a nosotros sus hijos?
ojalá.jamás olvidemos esto. ♥
ojalá.jamás olvidemos esto. ♥
No hay comentarios:
Publicar un comentario