viernes, noviembre 18, 2016

¡¡EL ÀRBOL !!

Desde el primer capítulo de la Biblia encontramos los dos, el hombre y el árbol.  Los dos fueron muy importantes en el plan de la salvación.  Jesús se incorporó en forma de hombre y sobre un madero entregó su vida, siendo crucificado por nuestros pecados.
La palabra árbol está mencionada 201 veces en la Biblia y la palabra madera 140 veces.  Encontramos 24 variedades de árboles en las santas escrituras.
Hoy vamos hablar sobre cinco lugares en la Biblia donde un hombre y un árbol se mencionan juntos.  Entonces el titulo del mensaje, Cinco Hombres y Cinco Árboles.
1.           UN HOMBRE DETRÁS DE UN ÁRBOL – Un hombre huyendo, un pecador, tratando de esconderse de Dios.
“Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.”  Génesis 3:8
Desde el primer pecado, los hombres han tratado de esconder sus malos hechos y pensamientos de Dios.
“Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.  Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.”  Juan 3:19-20
Pero hasta hoy, ninguno ha conseguido esconderse de Dios.
“Porque nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir a luz.”  Lucas 8:17
Adán y Eva pensaban que por haberse escondido entre los árboles, Dios no descubriría su desobediencia a su palabra.
Adán fue descubierto por su pecado y castigado,  pero por tener confesado su falta, Dios le providenció una manera de tener perdón y vida eterna.  Por fe Adán se salió de atrás del árbol y fue salvo.
También Acán trató esconderse de Dios, pero fue descubierto y castigado con la muerte.  Josué 7
Ananías y Safira engañaron la iglesia, mintiendo sobre sus bienes, pero Dios le reveló su engaño a Pedro y ellos sufrieron las consecuencias.  Hechos 5:1-11
2.           UN HOMBRE SUBIDO EN UN ÁRBOL – Un hombre perdido, pero buscando     conocer a Jesús, esforzándose para conocer la verdad.
“Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí.”  Lucas 19:4
Zaqueo sabía que Jesús estaba cerca, y quería verle a cualquier costo.  Cuando buscamos con toda el corazón, Dios va tomar nota.
“Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.”  Isaías 55:6
Zaqueo era un hombre de bienes, tenía dinero y un buen trabajo, pero se humilló para ver a Jesús, y fue recompensado. Cuando Jesús llegó donde estaba, conociendo su corazón, le habló y lo salvó.
“Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacía arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa.  Entonces, él descendió aprisa, y le recibió gozoso.”  Lucas 19:5-6
3.           UN HOMBRE DEBAJO DE UN ÁRBOL – Nataniel era un hombre religioso y sincero, y cuando Jesús lo encontró, reconoció Jesús como el Mesías y le siguió.
“Le dijo Nataniel: ¿De dónde me conoces?  Respondió Jesús y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.”  Juan 1:48
Nataniel era un judío y probablemente un discípulo de Juan Bautista.  Jesús dijo que era un verdadero israelita, en quien no había engaño.  Vs.47
Cuando andamos en la luz que tenemos, buscando la verdad con todo el corazón, el Señor va revelarse a nosotros como a Nataniel.  Cuando Jesús llamó a Nataniel, el siguió a Jesús y se tornó un de los 12 apóstoles.
Cornelio no era un judío, pero buscaba agradar a Dios y quería conocer el camino de la salvación.  En el mundo hay muchas personas queriendo llegar al cielo, pero por su propia justicia y religión.  Cornelio no era así, y cuando Pedro explicó a el plan de la salvación, fue salvo.
“De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre.”  Hechos 10:43
4.           UN HOMBRE SOBRE UN ÁRBOL – Aquí tenemos un hombre que voluntariamente entregó su vida para la muerte para poder rescatar la humanidad de la condenación del infierno.
“Y cuando llegaron al lugar llamado de la calavera, le crucificaron allí, y a los malhechores, uno a la derecha otro a la izquierda.”  Lucas 23:33
“Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia.”  1 Pedro 2:24
En esta madera donde Jesús murió por nosotros, tenemos una muestra del amor divino, del amor de nuestro Padre celestial revelado.
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”  Romanos 5:8
Pero Jesús no solamente fue crucificado y sepultado, el Señor lo levantó de la muerte.
“El Dios de nuestros Padres levantó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándole en un madero.”  Hechos 5:30
Por el Evangelio, las buenas nuevas de la resurrección de Jesús tenemos la salvación de nuestras almas.
“Además os declaro, hermanos, el evangelio que he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.  Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras.”  1 Corintios 5:1-4
5.      UN HOMBRE COMO UN ÁRBOL – Aquí tenemos un hombre fuerte, estable, constante en la obra del Señor.
“Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará.”  Salmo 1:3
Los árboles son considerados más fuertes que las plantas.  Su madera tiene muchas usos y as veces dura por muchos años.
Ellos son conocidos por su crecimiento, su fuerza y su fruto.
A. El Crecimiento del árbol.
“Pero yo estoy como olivo verde en la casa de Dios; en la misericordia de Dios confió eternamente y para siempre.”  Salmo 52:8
“El justo florecerá como la palmera; crecerá como cedro en el Líbano.”  Salmo 92:12
Los árboles crecen porque tienen vida, y el cristiano debe crecer porque tiene vida en Cristo.
“Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos).”  Efesios 2:5
B. La Fuerza del árbol.
La fuerza de los árboles está en sus raíces.  Un árbol plantado donde hay agua va crecer y tienen fuerza para aguantar las pruebas.
“Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.  Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.”  Jeremías 18:7-8
La fuerza del cristiano está en el Señor y su conocimiento de la Palabra, la Santa Biblia.  Cuando conocemos la Biblia y tenemos nuestros pies plantados sobre la Roca, que es Cristo Jesús, seremos como un árbol.
“Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.”  Efesios 6:10
C.           El Fruto de un árbol.
Los árboles fueron creados para el bien del hombre, y deben producir buen fruto.  Cuando un árbol no produce buen fruto, Jesús enseñó que debe ser cortado y echado en el fuego.
“Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego.”  Mateo 7:19
Debemos cultivar nuestras vidas para que produzcan fruto.
“El fruto del justo es árbol de vida; y el que gana almas es sabio.”  Prov. 11:30
“El justo florecerá como la palmera; crecerá como cedro en el Líbano.  Plantados en la casa de Jehová, En los atrios de nuestro Dios florecerán.  Aun en la vejez fructificarán; estarán vigorosos y verdes…”  Salmo 92:12-14
¿Dónde está usted?  Atrás de un árbol, abajo de un árbol o viviendo como un árbol, dando testimonio de su fe, y produciendo fruto para la gloria de Dios.