jueves, agosto 20, 2015

¡¡LA INIQUIDAD !!

“Hablo como humano, por vuestra humana debilidad: así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la impureza y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia.” 
Romanos 6:19 
INIQUIDAD: 
Proviene del latín iniquĭtas, -ātis (desigualdad), y se trata de un cultismo muy apropiado para designar esa maldad inicua, perversa... tan inherente al humano depredador, que tiene la capacidad de comprender las consecuencias del sufrimiento cruel de otro ser humano... en Hebreo es : AVON cuyo significado es perversión, injusticia, torcer, deformar, distorsionar, trastornar, maltratar, mal pensado, mal intencionado, maldad, apartarse de la luz (todo de manera conciente, intencional, y con conocimiento de causa)
Un ejemplo ilustre del empleo de esta voz lo encontramos, por ejemplo, en la Biblia (conjunto de libros canónicos del judaísmo y el cristianismo) donde Ezequiel se refiere a la caída de Satanás en estos términos: “perfecto eras en todos tus caminos,
en todos tus caminos, hasta que se halló en ti la iniquidad
…”Ezequiel 28:15
Esta fue la caída de Satanás causada por la iniquidad.
¿Cómo entró aquí la iniquidad?
¿Qué significa que alguien allá sido perfecto en todo y luego entró iniquidad?
Algo se torció dentro de el, lo sacó de su lugar, de su propósito.
La iniquidad es más profunda que el pecado; es la conducta repetitiva de pecado, patrón que toma asidero en nuestra forma de ser y pasa de una generación a otra, arraigándose y perfeccionándose cada vez más en nuestros corazones.
“El pecado de Israel escrito esta con cincel de hierro y con Punta de diamante, esculpido esta en la tabla de su corazón y en los cuernos de sus altares” mi pueblo peca como encargo…sus jóvenes no se olvida de pecar"…
Jeremías 17:1-3,
Cómo ya sabemos, iniquidad es lo contrario a la rectitud, a la integridad y a la justicia. Iniquidad es pecado, por lo tanto es perverso, malo y torcido y se encuentra al comienzo de los tiempos, allá en el fondo del pasado familiar.
Como una verdadera semilla va pasando de generación en generación y va hundiendo sus raíces retorcidas cada vez más profundamente en el alma de cada generación que va naciendo. Por ejemplo, si tuvimos ancestros alcohólicos, empedernidos jugadores, adúlteros, peleadores, avaros, etc... Es muy fácil que esa semilla de iniquidad se perpetúe apareciendo a través de la línea sanguínea paterna o materna para afectar a cualquiera de la familia.
Aclarando el concepto:
Muchos me podrán decir que exagero ya que iniquidad es lo mismo que pecado, pero están en un profundo error.
La raíz de todo el mal que afecta al género humano, la raíz que introduce todo pensamiento pecaminoso, es la iniquidad y el pecado es su fruto.
Cuando tratamos con el pecado, solo estamos tratando con la parte externa del asunto, con lo visible pero nadie apunta a la raíz, y esta es la iniquidad. Hemos dejado crecer esta raíz y a su vez creció también un árbol, que se hizo grande y que en forma permanente está dando frutos, y estos frutos son los frutos de la carne, el pecado.
Es por ello que al comienzo de esta reflexión puse un árbol frondoso y con enormes raíces.
La iniquidad es como un árbol cuyas raíces se hunden en lo más profundo de la vida del ser humano y que hace que sea muy difícil poder removerla, ocasionando que constantemente caigamos en los mismos pecados y seamos presas de las mismas debilidades. Muchas veces no sabemos porque nos suceden las cosas que nos suceden, oramos, ofrendamos, nos confesamos y la situación no cambia. Estas situaciones pueden ser consecuencias de las iniquidades que moran en nosotros y que actúan como verdaderas maldiciones.
Esa tendencia a mentir constantemente, a la ira y enojo desmedidos, a los pecados sexuales, al robo, a la avaricia, a soberbia, el orgullo, la idolatría, etc. Talvez son pecados que solo usted sabe y que aun le da vergüenza que siendo cristiano tenga esas tendencias, esas inclinaciones. Son esas, las iniquidades manifestándose en su vida. Lo que queremos ahora anunciarle que para Dios nada hay imposible y que se puede arrancar sus raíces de nuestras vidas y liberarnos de ellas. Para ello es importante que las individualicemos, confesarlas y pedirle a Dios que nos libre ya que sus consecuencias son graves, no solo para nuestras vidas sino para nuestras generaciones futuras.
Es así como vemos que la persona que es alcohólica, tuvo un padre alcohólico y su hijo es alcohólico, la madre soltera, fue producto de una relación ilegitima y su hija también tendrá hijos ilegítimos.
Esta es la iniquidad que pasa de una generación a otra, produciendo una inclinación al pecado, que ya es parte de la familia.,...
Pero de Dios tenemos Promesas,qué se hacen reales ,cuándo hay un verdadero Arrepentimiento, y Reconocimiento de La Iniquidad en nosotros ,y en nuestras Generaciones
»Así ha dicho el Señor: El día que os purifique de todas vuestras iniquidades, haré también que sean habitadas las ciudades, y las ruinas serán reedificadas.”
Ezequiel 36:33

Dios Nos Bendiga